Declive de la avifauna en Norte América

Hoy queremos compartirles la investigación liderada por el Dr.  Kenneth Rosenberg, publicada en la Revista Science en el 2019, la cual es de trascendental importancia para la comunidad de ornitólogos y amantes de las aves. Debido a que las aves son relativamente fáciles de identificar y el gran interés en el monitoreo de las mismas, características que no son comunes en otros grupos de animales, existen diversas bases de datos y monitoreos a largo plazo de muy alta calidad. En este artículo se utilizaron estas bases de datos e imágenes de radar (que estiman los cambios en la biomasa en las poblaciones migratorias nocturnas) de Estados Unidos y Canadá, para evaluar el cambio en la cantidad de aves, de unas 529 especies de aves, en un periodo de casi 50 años. A pesar de que algunas poblaciones han aumentado en número, como rapaces y patos, los autores encontraron que hoy en día hay aproximadamente 3 mil millones de aves menos que en 1970, una reducción del 29%, que corresponden a una disminución en las poblaciones de 303 especies.

Setophaga discolor     © Guillermo Saborío V

Las aves son excelentes indicadores de la calidad ambiental y de la salud de los ecosistemas, por lo que la disminución drástica de sus poblaciones trae consigo diversas consecuencias negativas, directas e indirectas, y pueden reflejar un problema aún mayor en otros grupos de animales. Son importantes polinizadores, dispersores de semillas, controladores de plagas y su observación, turismo y actividades relacionadas mueven grandes cantidades de dinero. Aunque este estudio se basa en datos de Norte América, muchas de estas aves son migratorias y pasan el invierno en países tropicales, como Costa Rica. Una de las principales amenazadas que detectaron fue precisamente la pérdida de parches boscosos y el uso de plaguicidas en estas zonas tropicales. Por lo que nuestro deber es seguir luchando en la conservación de los bosques y las aves, la difusión de la ciencia y la concientización a la población en los daños que causamos al planeta.

Resumen por Katherine Bonilla, Universidad de Costa Rica.

Artículo original

Setophaga caerulescens     © Guillermo Saborío V